Texto narrativo

En un futuro muy lejano, en el cual los días de nuestro astro estaban contados, la humanidad había alcanzado a comprender la verdad acerca de la obra de J.S. Bach, y habiendo descubierto el origen divino y profético de este genio, se llevo a cabo una larga investigación en busca de más manuscritos, o incluso, en busca de la divinidad física de este gran ser supremo.

Se trabajo partiendo de la hipótesis de que en algún planeta de nuestro casi infinito universo, se podría llegar a encontrar uno con la actual localización de este compositor. Tras largos años de intriga y de pesarosa investigación, se encontró un planeta en el que el mismo viento soplaba con el motivo "B (sib), A (la)  C (do)  H (si natural)". La población se dividía en gente de tonalidad mayor (más reluciente, lujosa, aparentemente feliz y abierta), y tonalidad menor (melancólica, sombría y a veces terrorífica). Sin embargo, en algunas ocasiones, estas personas modulaban o flexionaban durante un cierto tiempo, pero siempre volvían a su tonalidad natal. Era una sociedad justa, regida por el maestro J.S. Bach, que todos los fines de semana se reunía la población para dejar ser colocados debidamente por el maestro y así crear piezas musicales relacionadas con la época del año.

Los investigadores humanos, envidiosos y rencorosos al ver una sociedad y un planeta tan harmonioso, melódico y tonal, decidieron trasladarse a este lugar inculcando e imponiendo los oscuros rasgos de la ilustración humana, llena de sentimientos, de "ad libetums", de glisandos y vibratos. Desgraciadamente, este lugar dejó de ser lo que era, y se convirtió en una sociedad excéntrica, perversa, auto destructiva, altamente clasista, introspectiva, además de despótica. El maestro pasó de ser Bach a alguien llamado Herr Wagner. Esta fue la coda acabada mas tarde con una cadencia rota sin llegar a resolver, de este país denominado "Música".


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